Sobreestimulación: cómo gestionar la sobrecarga sensorial en el trabajo

¿En qué consiste la sobreestimulación?
La sobreestimulación es un estado provocado por un exceso de estímulos sensoriales. La persona que padece sobreestimulación se siente abrumada por la información de sus sentidos y se esfuerza por procesar el entorno.Los sentidos son como mensajeros dirigidos al cerebro que proporcionan información referente al entorno. El cerebro procesa esta información e indica al cuerpo que reaccione a los estímulos. Cuando existe una gran cantidad de información sensorial, el cerebro puede tener dificultades a la hora de interpretar todo a la vez y es posible sentirse abrumado o sobreestimulado. El cerebro se agobia con tantos datos y no puede centrarse en procesar nada.Aunque cualquier persona puede experimentar sobrecarga sensorial, también es un síntoma muy común de determinadas afecciones como autismo, TDAH, ansiedad, depresión, TEPT y síndrome de Tourette.
Causas de la sobreestimulación
Es posible padecer sobreestimulación cuando existe una gran cantidad de información sensorial en el entorno. Imagínate que hay una multitud de personas hablando a la vez y no sabes a quién escuchar primero. Los siguientes son potenciales factores desencadenantes que se deben tener en cuenta:
- Exposición a luces fluorescentes brillantes o parpadeantes
- Ruidos fuertes o varias fuentes de ruido a la vez
- Determinadas texturas gruesas, rugosas y ásperas
- Espacios abarrotados y grandes grupos de personas
Señales de sobreestimulación
- Concentración deficiente
- Inquietud
- Irritabilidad elevada
- Niebla mental
- Necesidad imperiosa de resistirse al estímulo sensorial
- Incomodidad en el entorno
- Sensibilidad a ruidos fuertes o luces brillantes
- Texturas y tejidos que irritan la piel
Cómo lidiar con la sobreestimulación
Puede ser muy difícil saber en el momento cómo lidiar con la sobreestimulación. El cerebro ya se está esforzando por concentrarse y puede ser difícil salir de esta situación tan complicada. La siguiente lista incluye algunas técnicas sencillas para tratar de gestionar la sobreestimulación mientras te encuentras en medio de una sobrecarga sensorial:
Consciencia
El primer paso para lidiar con los estados de sobreestimulación consiste en ser capaz de reconocerlos cuando surgen. Debes ser plenamente consciente de las señales de sobreestimulación y entender en qué momento tus sentidos se encuentran abrumados. Una vez que eres consciente de cuándo surge este estado, puedes hacer una pausa y tomar las medidas necesarias para calmarte en lugar de permitir que la sobreestimulación continúe.
Practicar la consciencia plena
Una vez que hayas identificado la sobreestimulación, tómate un descanso del trabajo y practica el estar presente con las emociones que sientes. No es necesario juzgar o resistirse a lo que estás experimentando. Simplemente observa lo que está sucediendo y sé consciente de las sensaciones en tu cuerpo. Esta práctica reducirá el estrés físico y mejorará la concentración.
Ejercicios de respiración
Existe un gran número de técnicas de respiración diferentes que pueden ayudar a calmar el sistema nervioso y lograr un estado de relajación, incluso en los entornos con más sobreestimulación. Son muy fáciles de aprender y se pueden practicar en cualquier lugar. La respiración diafragmática y las técnicas de pranayama reducen los niveles de estrés y la presión arterial.
Pedir ayuda
No tengas miedo de pedir lo que necesitas. No dudes en pedir que apaguen las luces o que bajen el volumen de la música. También puedes pedir que cierren una puerta o una ventana para reducir el ruido del exterior. Detecta la raíz de la sobreestimulación y toma medidas para reducirla.
Cambiar el entorno
Pregúntate si es posible cambiar lo que te rodea. Si no puedes controlar la estimulación en tu entorno, evita sentir que estás atrapado. ¿Puedes llevarte el trabajo a un sitio más tranquilo o a una sala de reuniones? Cuando las personas se sienten más abrumadas, es posible sentir impotencia ante la imposibilidad de moverse o cambiar el entorno, pero un breve descanso o un paseo rápido pueden marcar una gran diferencia.
Consejos para evitar la sobreestimulación
Reflexionar sobre los momentos en los que has padecido sobreestimulación te ayudará a conocer los factores desencadenantes y a trabajar en la prevención para evitar que se vuelvan a producir, o al menos reducir su impacto en tu vida profesional.
Identifica los factores desencadenantes
Cada vez que te encuentres en una situación de sobrecarga sensorial, párate a reflexionar y haz una lista de los factores que contribuyen a este estado. ¿Cuáles han sido las fuentes de esta sobreestimulación? Debes ser consciente de lo supone una sobrecarga para tus sentidos, de forma que puedas entender qué cambios necesitas hacer en el futuro.
Mejora tu bienestar
La sobreestimulación puede parecer más grave en situaciones de estrés y agotamiento. Ponte como meta mejorar tu estado en general para reducir los niveles de estrés en el trabajo. Asegúrate de dormir lo suficiente, alimentarte bien, hidratarte y hacer el ejercicio necesario. Un coach puede ayudarte a identificar las áreas en las que debes trabajar y te proporcionará las herramientas y estrategias necesarias para mejorar tu bienestar mental y tu estado en general.
Contacto con la naturaleza
Disfrutar de la luz solar y del aire fresco de la mañana reducirá inmediatamente el estrés físico, mejorando la concentración y el estado de ánimo. Da un paseo por la mañana antes de trabajar o tómate un café por la mañana al aire libre. La exposición a la luz solar durante las primeras horas afectará de forma muy positiva a tus niveles de energía durante el resto del día y reducirá las posibilidades de sobreestimulación.
Reduce las distracciones
Repasa tus hábitos y pregúntate en qué aspectos puedes reducir la estimulación. ¿Puedes dejar el teléfono en «No molestar» durante la mañana? ¿Puedes reducir el tiempo que pasas delante de la pantalla? ¿Puedes desactivar algunas notificaciones? ¿Puedes leer un libro cuando vayas al trabajo en lugar de mirar el teléfono? ¿Puedes comer en silencio? Reduce cualquier estimulación innecesaria para evitar una sobrecarga.
Conclusión
La sobreestimulación es muy común en el entorno de trabajo actual. Con tantas distracciones es normal llegar a sentirse abrumado. Afortunadamente, existen soluciones sencillas, por ejemplo, reducir el tiempo que pasas delante de la pantalla y disfrutar de descansos en la naturaleza. Si el estrés y la sensación de sentirte abrumado comienzan a provocar un grave impacto en tu vida diaria, trabajar en tu bienestar con un coach puede influir positivamente en tu felicidad. Dar pequeños pasos en tu día a día puede ayudar mucho, al mismo tiempo que invertir en tu bienestar a través del coaching mejorará todos los aspectos de tu vida.
FAQ
El desarrollo del talento es vital para el compromiso y la retención, e implica identificar y mejorar las habilidades y el potencial dentro de una organización.
El coaching digital es una herramienta flexible y de fácil acceso que puede ayudar a los trabajadores a aprender nuevas habilidades y adquirir experiencia de la mano de coaches expertos, fomentando una cultura de aprendizaje y desarrollo continuos.
Esto, a su vez, ayuda a las organizaciones a retener al personal competente y a seguir siendo competitivas en un mercado empresarial en rápida evolución.
Un entorno de trabajo que valora y respeta la diversidad de los empleados, fomenta la equidad y la justicia y favorece el sentimiento de pertenencia de todas las personas es una cultura laboral integradora. Esto es así independientemente de la raza, el sexo, la edad, la religión, la orientación sexual, la discapacidad u otros rasgos personales.
Un lugar de trabajo verdaderamente integrador significa que todos los empleados se sienten capacitados para contribuir con sus puntos de vista e ideas distintivos, y se les ofrecen las mismas oportunidades de crecimiento personal, desarrollo profesional y éxito profesional. Una cultura inclusiva en el lugar de trabajo también fomenta la comunicación abierta, el trabajo en equipo y el respeto mutuo entre todos los empleados, lo que impulsa la productividad, la creatividad y la innovación.
Por varias razones, la diversidad, la igualdad y la inclusión (DII) son cruciales en el lugar de trabajo.
Ante todo, la DII trabaja para inculcar un sentimiento de respeto y pertenencia entre todos los empleados, independientemente de sus rasgos individuales. De este modo se crea un lugar de trabajo productivo en el que los empleados se sienten apreciados y pueden dar lo mejor de sí mismos. En segundo lugar, como se intercambian e incorporan puntos de vista e ideas variados en los procesos de toma de decisiones, la DEI fomenta la innovación, la creatividad y la productividad. En tercer lugar, la DII puede ayudar a las empresas a atraer y conservar a los mejores talentos, ya que es más probable que quienes trabajan para empresas centradas en la DII sientan devoción por ellas.
Promover la DII en el lugar de trabajo también puede tener efectos sociales significativos, ayudando al desarrollo de una sociedad más justa e igualitaria. Por lo tanto, la DII es esencial para desarrollar una cultura positiva, eficaz y duradera en el lugar de trabajo que sea ventajosa tanto para las empresas como para las personas.